EL PSOE DENUNCIA QUE GARCÍA DE VINUESA DEJA LA AYUDA A LA COOPERACIÓN DEL AYUNTAMIENTO DE ALCOBENDAS EN MÍNIMOS HISTÓRICOS
Los socialistas de Alcobendas denuncian que el alcalde, Ignacio García de Vinuesa, deja las subvenciones municipales a proyectos de cooperación al desarrollo en mínimos históricos. Después de reducir el presupuesto en un 80% en 2013, las subvenciones se limitan a cinco proyectos que, además, se benefician de cuantías muy inferiores a las de 2012. “El alcalde no dice la verdad cuando afirma que Alcobendas tiene un Ayuntamiento solidario. La cooperación al desarrollo que ha sido un emblema de este Ayuntamiento ha quedado totalmente esquilmada”, denuncia el portavoz socialista, Rafael Sánchez Acera.
El pasado 15 de noviembre se publicó el decreto de la adjudicación provisional de las subvenciones a proyectos de cooperación al desarrollo correspondientes a 2013. Después del recorte del 80% del presupuesto con respecto a 2012, la consecuencia ha sido una disminución muy importante del número de proyectos subvencionados y de la cuantía para cada uno.
Así, si en 2012 hubo once proyectos subvencionados, en 2013 solamente se subvencionarán cinco. Además, si en 2012 el proyecto de mayor cuantía ascendía a 87.497,58 euros, en 2013 el proyecto con mayor presupuesto contará con 46.318,57 euros. Esta cantidad es inferior a la de seis proyectos concedidos en 2012. Es decir, “más de la mitad de los proyectos de cooperación del año pasado tenían una subvención superior al proyecto con mayor cuantía de este año”, explica Rafael Sánchez Acera, que, por otro lado, subraya que este año hasta 22 proyectos han sido desestimados por falta de presupuesto.
“El alcalde utiliza la cooperación al desarrollo para su propaganda y para tratar de vender una falsa imagen de solidaridad y de compromiso de su equipo de Gobierno, cuando en realidad recorta hasta el 80% del presupuesto. No es ético hacerse la foto con el discurso de la solidaridad cuando, al mismo tiempo, se recortan los recursos necesarios para poder ejercerla”, concluye Sánchez Acera.
